martes, 9 de noviembre de 2010

SCUBAPRO MK25 - S600


A la hora de elegir un regulador, es recomendable preguntar a aquellos que tienen más experiencia.
Y eso hice yo. Pregunté a instructores, consulté en tiendas especializadas, visité foros de submarinistas, etc. Y de todos ellos saqué una idea clara: "Si puedes, cómprate un regulador con las dos etapas compensadas".
Una vez que se tiene esa idea clara, queda elegir modelos y marcas.

¿Por qué elegir scubapro?
Una vez más, es cuestión de gustos. Hay muchas marcas que ofrecen reguladores fiables y de alta calidad, como apeks, mares, cressi, aqualung o poseidon. Simplemente, yo me decanté por scubapro.
Aunque tengo que decir que mi decisión estuvo influenciada por el hecho de que la mayoría de submarinistas que conozco utilizan reguladores de esta marca y hablan muy bien de ella.
Espero poder hacer lo mismo yo a partir de ahora.

Dentro de scubapro hay una gama amplia de reguladores. Elegir uno u otro depende del uso que tengas pensado darle y, sobre todo, del presupuesto que dispongas. Aunque este elemento es, según cuentan todos los submarinistas con que me he cruzado, el más importante de todo el equipo. Recuerdo que un instructor me dijo con su regulador en la mano: "Esto es lo que te da la vida ahí abajo". Por lo que merece la pena gastase un poco más en él, ¿no?.
Además, si al principio te decantaste por la idea de un regulador con las dos etapas compenasadas, simplificas mucho la búsqueda. Así que, con todo esto, yo me decanté por el modelo de regulador con primera etapa MK25 y segunda etapa S600, cuyas principales características son:

- Primera etapa MK25: con cuerpo de latón cromado, tiene un sistema de pistón compensado que suministra una cantidad de aire significativaente mayor a la de otras primeras etapas. Tiene dos salidas de alta presión opuestas y cinco salidas de baja presión en una torreta pivotante que permite una rotación de 360º de los latiguillos. Estas cinco salidas de caudal elevado emiten cerca de un 15% más de aire que las salidas convenionales.

- Segunda etapa S600: posee una teconología de válvulas compensadas que reduce al máximo la tensión del muelle y, por tanto, la resistencia de inhalación; permitiéndo así una respiración fluida. La carcasa está moldeada con fibra de carbono, lo que supone mayor ligereza y mayor resistencia a la corrosión y al agua fría. Tiene una función de ajuste manual de esfuerzo de inhalación, va equipada con el sistema VIVA, posee una válvula de exhalación de caudal muy alto y tiene una boquilla ortodóntica que reduce la fatiga de la mandíbula.


La persona que me lo vendió me dijo que no podía decir nada malo de este modelo. Y también que con él tenía regulador para muchos años. Es un DiveMaster con muchos años de experiencia, por lo que creo que su juicio de valor tiene cierto peso. Aunque, independientemente de eso, por todo lo que he apuntado antes, yo creo que no está nada mal ¿y tú?

lunes, 1 de noviembre de 2010

Curso PADI Open Water Diver (2ª parte)

Una de las cosas que se aprende en el curso es que no se puede bucear cuando se está enfermo.
Y eso hizo que tuviese que retrasar la segunda parte de aguas abiertas unas semanas. Aunque todo llega. Y allí me planté yo, en Calpe, dispuesto a terminar lo que había empezado en Madrid.

El club con el que hice esta segunda etapa y que, finalmente, fue el que me certificó como buceador PADI OWD, era Dive & Dive. (http://www.divedivecompany.com/index.html)
No pretendo hacer publicidad de nadie pero, si alguien me pregunta dónde puede hacer submarinismo en la costa alicantina, sin duda le diré que vaya a este centro, donde va a gozar de buen ambiente y va a poder bucear con todas las garantías.

Lo más importante del curso es, desde mi punto de vista, el instructor que te toque. Y en ese sentido creo que fui afortunado. Me tocó uno cuyo concepto acerca de las normas y los procedimientos era bastante flexible, aunque no por ello dejaba de cuidar nuestra seguridad. Y, creedme, eso es una gran ventaja si se quiere disfrutar al máximo de las inmersiones.
Cuando llegué la primera mañana, me dijeron que me había tocado un equipo con un nivel alto. Eso hizo que me sintiera algo inseguro. Pero lo que no sabía es que yo también venía con una calificación alta de la parte de piscina de Madrid. Cuando lo supe me tranquilicé e, incluso, cogí confianza y seguridad.
Formar parte de un equipo que se defiende bien bajo el agua supone otra gran ventaja ya que permite disfrutar plenamente de cada momento sin tener que gastar mucho tiempo en hacer los ejercicios obligatorios (cuanto menos tardes en hacer los ejercicios, más tiempo tienes para bucear y explorar).

Cuatro fueron las inmersiones que realizamos a lo largo del fin de semana:

1. Cala El Racó:
Esta primera inmersión a los pies del Peñon de Ifach, que duró 50 minutos, la hicimos sobre los bosques de poseidoneas, a una profundidad inferior a los diez metros. Me asombró gratamente por la inmensa cantidad de peces que había a escasos metros de la orilla, a una profundidad de apenas dos metros. Nunca había visto tanta fauna marina junta en mis años como apneista ocasional.


2. Tres Piedras:
La segunda inmersión, desde barco, debe su nombre a que el punto donde se fondea es un fondo de arena situado entre tres grandes piedras.
Esta vez la profundidad fue algo mayor que en la primera, por lo que la inmersión fue un poco mas corta (duró 43 minutos). Pero eso no impidió que saliera con la misma buena sensación.


3. Cala El Racó:
Al día siguiente, volvimos a hacer una inmersión en la Cala del Racó. Realmente, entramos al mar por la cala, pero después nos alejamos cierta distancia de ella como ya hicimos la primera vez. Aunque esta inmersión, a diferencia de la primera, la hicimos por fondos arenosos junto a grandes paredes de roca, donde había una gran cantidad de anémonas y pepinos de mar (Holoturoideos).
La fauna no era tan abundante como en la zona de poseidoneas. Y por ello, quizás fue la inmersión que más frío me dejó en este sentido. Aunque eso no quiere decir que no disfrutase. Esta inmersión la utilizamos para mejorar nuestra flotabilidad y para hacer juegos, como correr por el fondo y dar volteretas, con los que disfrutamos mucho.


4. Final del Paseo:
Esta cuarta y última inmersión fue la mejor del fin de semana. Nos juntamos todos los alumnos en tres embarcaciones para dirigirnos juntos al punto de inmersión.
La inmersión trascurrió a los piés del peñón donde, en un fondo de roca y poseidonea, pudimos ver grandes bancos de peces.
Esta vez la profundidad fue bastante mayor que las anteriores. La inmersión duró menos, pero fue mucho más intensa. El tamaño y la cantidad de los peces era significativamente mayor de lo que habíamos visto hasta entonces. Llegamos a ver cinco morenas, un congrio y algunos pulpos. Otros grupos consiguienron ver hasta un espetón y una tortuga. Esto prueba que, una inmersión realizada el mismo día, a la misma hora y en el mismo punto, nunca es igual para dos o más submarinistas.


Con estas cuatro inmersiones finalizaba el curso. Tan solo quedaba felicitarnos, rellenar la documentación y recoger nuestro carné provisional.

POR FIN ERA UN BUCEADOR PADI OPEN WATER!!!

Después, ya en Madrid, solo tuve que enviar la documentación debidamente cumplimentada a las oficinas de PADI en Suiza. Y unos días después, me llegó a casa mi carné oficial de submarinista.